Imaginemos que un usuario entra a un sitio web y encuentra un error 404, su reacción inmediata será salir de la página. Para que esto no suceda es importante entender cuándo es necesario agregar una redirección temporal o permanente a determinadas URLs.
En este artículo, te explicaremos qué son las redirecciones, cuáles son las más comunes y te brindaremos consejos para aplicar las mejores prácticas en SEO. ¡Comencemos!
Consiste en redirigir una URL hacia otra para indicar, tanto al usuario como a los motores de búsqueda de Google, que una determinada página migró a otra ubicación.
¿Qué sucede cuando no se aplica una redirección? Las personas que visiten el sitio web encontrarán un mensaje que les indicará un error y podrían abandonar la página si ésta no estuviese correctamente optimizada.
Si bien las redirecciones son una herramienta para resolver problemas técnicos del sitio es importante recalcar que no hay que aplicarlas sin fundamentos. En este sentido, Google explica en su documentación cuándo es conveniente aplicar una redirección:
Las redirecciones tienen un impacto en el SEO de un sitio web, comenzando por la experiencia de usuario. Y es que cuando no se redirige correctamente una página, el tiempo de carga es mayor y la tasa de rebote aumenta.
De igual manera ocurre si una persona se encuentra con una página que indica error. Como no encuentra lo que esperaba, en consecuencia podría abandonar el sitio.
Por último, afecta el modo en que los motores de búsqueda realizan el proceso de rastreo e indexación de las páginas.
Las formas más comunes de hacer una redirección de una URL son las siguientes:
Aquí compartimos un caso práctico haciendo una redirección 301:
Aunque existen varias opciones, la más utilizada es a través del archivo .htaccess de la página web. Lo puedes encontrar en la carpeta raíz (htaccess web server). En caso de no tenerlo, se crea mediante el bloc de notas para Windows o TexEdit para Mac.
El siguiente paso es abrir un documento, guardarlo como .htaccess y eliminar la extensión de archivo .txt. Otra opción es hacer la redirección a través del CMS usando un plugin.
Existen varios tipos de redirecciones SEO y su uso dependerá de si la acción que se busca es permanente o temporal. A continuación explicaremos las redirecciones más frecuentes, aunque vale aclarar que hay muchas más:
Se usan para hacer un cambio permanente de la ubicación de una URL a otra. Es decir, todo el tráfico que reciba una página antigua será redirigido a la nueva dirección.
También pueden aplicarse cuando el objetivo sea mover una página, hacer un cambio en la URL, unir varias en una sola, evitar contenido duplicado o migrar a un nuevo dominio.
Los motores de búsqueda interpretan que la antigua dirección de la URL necesita ser asignada a una nueva URL y ya no debe ser tomada en cuenta.
Se tratan de redirecciones temporales que se hacen hacia una página nueva mientras la original se encuentra en mantenimiento, cuando el contenido necesita ser reubicado, cuando se realizan pruebas A/B al hacer un rediseño de un sitio, o para redirigir de forma temporal a los usuarios cuando se realiza una campaña en páginas de ecommerce.
Lo importante de este redireccionamiento es que solo debe usarse para recuperar la URL original en poco tiempo.
Hay varias formas de hacer una redirección 302, bien sea a través de los plugins de WordPress, HubSpot o por medio del archivo .htaccess, siempre y cuando el sitio web cuente con servidores Apache.
Tiene cierta similitud a la redirección 302. Indica que la URL a la que se intenta acceder fue reemplazada por otra.
A diferencia de la redirección anterior, esta no se almacena en la caché. Se usa para indicar, por ejemplo, que una página está cargando o para formularios.
Indica que la URL solicitada aún permanece en el servidor. Pero, para acceder a ella, se debe hacer a través de otra ruta temporal.
Aunque su uso es poco común, al implementarla, las personas y los rastreadores son redirigidos desde la página de origen a otra. Por ejemplo, puede aplicarse en URL que se encuentre en mantenimiento.
Utilizar las redirecciones de forma correcta influye en el SEO de un sitio web. Y es que implementarlas erróneamente, podría provocar algunos inconvenientes que no le agradarán a los usuarios, ni a los rastreadores.
Por esa razón, es importante seguir una serie de buenas prácticas al momento de redirigir las URLs:
Las cadenas de redirecciones ocurren cuando existe más de una redirección entre la URL original y la URL final. Éstas afectan al SEO de un sitio web. ¿Por qué deben evitarse? Porque disminuye el presupuesto de rastreo de una página y su indexación.
Además, afecta la experiencia del usuario al aumentar el tiempo de carga del sitio web. En este sentido, es vital no usar más de tres redirecciones en una cadena.
La relevancia es clave para realizar las redirecciones. De nada vale redirigir al usuario a un contenido irrelevante porque no responderá a su intención de búsqueda y afectará negativamente su experiencia.
Es importante incluir los enlaces a las páginas nuevas porque de esta manera las personas pueden dar clic si la redirección no está activa. ¿En qué beneficia al SEO? No hay pérdida de tráfico porque los usuarios llegan al enlace correcto.
Es importante hacer auditorías y llevar un registro de las redirecciones de un sitio web para asegurarse que su uso es óptimo y correcto.
El objetivo es evaluar cuál es el nivel de dominio, determinar las redirecciones que llevan de un dominio nuevo a uno antiguo o identificar si hay URLs que ya no existen.
Como leímos a lo largo del artículo, las redirecciones son una herramienta útil para el SEO de un sitio web. Y es que guían tanto a los usuarios como a los motores de búsqueda hacia las páginas (URLs) que son visibles.
Implementar las que son necesarias y hacer seguimiento es un asunto que no debe descuidarse.
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